© Humana 2025
Se cree que hay más de 300 millones de personas en el mundo que padecen de asma.1 Y casi 415 millones tienen diabetes.2 Pero antes de hablar de una conexión entre estas 2 afecciones, sería importante saber en qué consiste cada una de ellas.
El asma es una afección pulmonar que causa un estrechamiento de las vías respiratorias de una persona. Las vías respiratorias permiten el ingreso y la salida de aire de sus pulmones. Según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, un ataque de asma puede dificultar la respiración de una persona y causarle tos, resuello y opresión en el pecho.3Si no se trata, puede ser sumamente peligrosa.
Hay muchas maneras de tratar y controlar el asma. Pero no tiene cura. Aun si una persona que padece de asma se siente bien, la enfermedad puede reaparecer en cualquier momento.
Según la American Diabetes Association® (ADA), diabetes es el término con el cual se designa a "un grupo de afecciones caracterizadas por altos niveles de glucosa en sangre, que son resultado de la incapacidad del organismo para producir o procesar la insulina".4
¿Qué quiere decir eso? En pocas palabras, que el organismo de una persona con diabetes no puede producir ni utilizar de forma apropiada la insulina, que es la que ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre. Los niveles de azúcar en sangre sin controlar pueden causar una gran variedad de síntomas.
Existen 2 tipos principales de diabetes: la tipo 1 y la tipo 2. La ADA detalla esta lista de síntomas comunes para cada tipo:
Diabetes tipo 15
Diabetes tipo 26 (las personas que padecen diabetes tipo 2 suelen no presentar síntomas)
Ambos tipos de diabetes son enfermedades serias y deben ser tratadas por un médico. El National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases afirma que si no se sigue el tratamiento adecuado, la diabetes puede causar otras afecciones. Entre ellas figuran ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, problemas oculares que pueden afectar la visión o provocar ceguera, daños en el sistema nervioso y problemas renales.7
Si usted o algún ser querido tiene asma, debería consultar con un médico para que le haga controles de rutina a fin de detectar diabetes y otras afecciones. No hay garantía alguna de que una persona que sufre de asma padezca diabetes.
Forjar una relación a largo plazo con su médico puede generar un impacto positivo en su salud general, en especial si usted ya tiene asma o cualquier otra afección.
Si usted tiene asma o diabetes, o ambas, aprender a controlar estas afecciones puede ayudarle a vivir una vida más plena. Lo más importante para cada afección es trabajar estrechamente con su médico para formular un plan de tratamiento médico. Pero los siguientes consejos pueden ayudarle a lidiar con el asma o la diabetes en términos cotidianos.
Luego de trabajar conjuntamente con su médico para diseñar un plan de tratamiento, debería prestar atención a todo aquello que puede empeorar su asma. Y, posteriormente, hacer un esfuerzo para mantenerse alejado de esas cosas por el resto de su vida.
En asthma.com también podrá encontrar consejos fabulosos que le ayudarán a acordarse de cuándo tomar su medicamento contra el asma.
1 consejo más: aliméntese bien. Comer alimentos saludables es beneficioso para todo el mundo. Y bien podría ser que ayudase a quienes tienen asma a controlar sus síntomas. A continuación le ofrecemos algunas maneras de mejorar su nutrición:
El National Heart, Lung, and Blood Institute sugiere seguir un plan de alimentación saludable.8 Si no tiene uno, pida a su equipo de proveedores de salud que le ayude a formular un plan de comidas. Algunas normas aconsejables son:
El programa sugiere también otros consejos para el bienestar, tales como:
Fuentes